Su bodega, ubicada en Perdriel, Luján de Cuyo, ofrece una experiencia única a solo 30 minutos de Mendoza. Rodeada de viñedos de Malbec, la arquitectura combina modernidad con el encanto de la flora autóctona, diseñada por un xeropaisajista. Con la majestuosa Cordillera de los Andes de fondo, su espacio ofrece un ambiente incomparable.
Equipada con tecnología de punta, desde tanques de acero inoxidable hasta piletas de concreto con control de temperatura, garantizan la excelencia en la elaboración de vinos premium. El añejamiento se lleva a cabo en barricas de roble francés y americano, así como en piletas de concreto y clayvers de cerámica. Controlan cada etapa del proceso, desde la plantación hasta el embotellado y distribución, asegurando la trazabilidad y la calidad en cada botella.
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