Se erige como custodio del terroir de Luján de Cuyo, especializado en Single Vineyards. Ubicado en Perdriel, en el corazón de la región, el proyecto vitivinícola destaca por su cuidado y comprensión del terruño. Casarena crea vinos que reflejan la identidad y diversidad del suelo mendocino.
Explorando cada rincón de sus viñedos, desde la altitud hasta la composición del suelo, la bodega busca mostrar todas las expresiones posibles de un mismo varietal en una zona. Este compromiso se refleja en sus vinos, representando el poder y la singularidad de Luján de Cuyo.
Con certificación vegana y sustentable, y en camino hacia la certificación orgánica, demuestra su compromiso con la calidad y el respeto por la tierra.
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